Cuando nací de mi mamá se me contagio una sarna llamada sarna demodéstica, la cual es hereditaria y solo se transmite de madres a hijos. No hay manera de yo contagiar a otros perros ni a los humanos con esta enfermedad. Se presenta mayormente en momentos de ansiedad o 'stress'. Tan mala es que si no es diagnosticada o tratada con tiempo puede pasar lo que me pasá a mí... Se me descontroló y he perdido el pelo de la cara y de mis patitas. Me he llenado de golpes rascándome del picor que me provoca. La sarna demodéstica se más y se descontroló al regresar a la que era mi antigua casa. Allí era marginada y estaba amarrada en la parte posterior de la casa. No me daban cariño, ni atenciones. Esta familia me abandonó a la calle cuando vió que estaba perdiendo el pelo. No buscaron ayuda profesional y, aunque Laura les advirtió que ya mi tratamiento estaba pago, nunca me llevaron a remover el 'pin'.
Me tiraron a la calle, me dejaron solita y para colmo enferma. La gente comenzó a rechazarme y a espantarme, ellos realmente no sabían lo que a mí me había pasado y lo que por culpa de unos irresponsables humanos yo estaba pasando. Me quería morir, solo le pedía a Dios que me sacara de este sufrimiento, no tenía agua, ni comida. No había un sitio donde refugiarme del sol, la lluvia y el frío. Caminé y caminé con las pocas fuerzas que me quedaban, sin saber a donde ir. Cuando ya no pude más decidí esperar la muerte sentadita en una acera en un lugar desconocido.
Pero detrás de la oscuridad se ve la luz... Una mano amiga me vió y consiguió una cómplice para ayudarme. Así fue que me rescataron...
Su primera opción era ponerme a "dormir" y sacarme de ese sufrimiento, pero ellas vieron mi simpatía, además de mi agonía y decidieron darme una segunda oportunidad. Yo sabía que no todos los humanos eran iguales pues había conocido el amor con Laura y su familia. Mala suerte que ellos se dejaran llevar por los impulsos de una niña pequeña, que no podía asumir la responsabilidad de mis cuidados y por unos padres irresponsables que le dieron un muy mal ejemplo.
Me están curando, me están dando unos baños que para que les cuento!! Ellas me ven hermosa y dicen que soy bien buena. Siento alivio en el baño y me quedo quieta. La sarna se está controlando y la piel se ha recuperado rápidamente. Hubiera sido muy sencillo si me hubieran cuidado y llevado al veterinario. Pero le doy gracias a Dios por haber cuidado mis pasitos ya que llegué al lugar correcto y en el momento indicado.
También tuve la dicha que con la investigación que se hizo cuando mi rescate, encontraron a Laura y su familia y los volví a ver. Yo espero que mi testimonio sirva de ejemplo y las personas tomen en serio la responsabilidad que adquieren al tener un animal y que otros no pasen, ni sufran, lo que yo sufrí. Se que mi historia tendrá un final feliz.
Luna.......
Escrito por Yasmín Mercado, según dictado por Luna.
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